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Zahorí
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Un zahorí, a veces llamado radiestesista o buscador de agua, es un adivino que afirma que puede detectar elementos ocultos o enterrados, como agua, metales u objetos perdidos a través del movimiento, supuestamente espontáneo, de dispositivos simples sostenidos por sus manos, normalmente una varilla de madera o metal en forma de Y ó L o un péndulo.
[editar]Historia
El zahorismo o radiestesia, en su variante tradicional de búsqueda de aguas subterráneas es una práctica llevada a cabo desde hace al menos 4500 años.1
El zahorismo, tal y como se practica hoy en día parece haberse originado en Alemania durante el siglo XV para encontrar metales. Ya en 1518 Martín Lutero la citaba como una violación del primer mandamiento, al considerarlo un acto de brujería en su obra Decem praecepta. En la edición de 1550 de la Cosmographia de Sebastian Münster aparece un grabado de un zahorí con una varilla en Y en unas extracciones mineras. En 1556, Georgius Agricola realiza una detallada descripción del zahorismo para la búsqueda de metales.2
En 1662, el jesuita Gaspar Schott afirmó que la práctica era una superstición, e incluso satánica, aunque posteriormente diría que no estaba seguro de que el diablo fuera siempre el que movía la varita.3
El uso de varas o ramas para la adivinación ha sido un elemento popular de las creencias populares de principios del siglo XIX en Nueva Inglaterra. Los primeros líderes mormones, religión surgida en esa época, participaron de esas creencias. Así, Oliver Cowdery, escriba delLibro de Mormón y uno de los doce apóstoles de la Iglesia Mormona, usó una varilla para practicar la adivinación.
A finales de los años 1960, durante la guerra de Vietnam, algunos marines estadounidenses intentaron usar el zahorismo para localizar armas y túneles escondidos[cita requerida]. Una historia del zahorismo fue escrita por Christopher Bird en 1979 con el título de The divinig hand. En el libro de James Randi Flim-Flam! de 1982 se dedican 19 páginas a las detalladas pruebas de doble ciego realizadas en Italia en los que los resultados de los zahoríes no difirieron de los esperables por el azar.
[editar]Intentos de explicación
Los primeros intentos de explicación científica se basaban en la noción de que las varillas del zahorí eran físicamente afectadas por emanaciones de las sustancias de interés. Por ejemplo, William Pryce, dice en su Mineralogia Cornubiensis de 1778 que:
The corpuscles ... that rise from the Minerals, entering the rod, determine it to bow down, in order to render it parallel to the vertical lines which the effluvia describe in their rise. In effect the Mineral particles seem to be emitted from the earth; now the Virgula [rod], being of a light porous wood, gives an easy passage to these particles, which are also very fine and subtle; the effluvia then driven forwards by those that follow them, and pressed at the same time by the atmosphere incumbent on them, are forced to enter the little interstices between the fibres of the wood, and by that effort they oblige it to incline, or dip down perpendicularly, to become parallel with the little columns which those vapours form in their rise.
Los corpúsculos... que emanan de los Minerales, al introducirse en la varilla, la hacen apuntar hacia abajo, para permanecer paralela a las lineas verticales que describen los efluvios en su ascenso. En esencia, las partículas del Mineral parecen ser emitidas desde la tierra; la vírgula (varilla), al ser de madera ligera y porosa, proporciona un camino fácil a esas partículas, que, a su vez, son muy pequeñas e imperceptibles; los efluvios, empujados hacia delante por los que les siguen, y presionados al mismo tiempo por la atmósfera que los rodea, son forzados a entrar en los pequeños intersticios entre las fibras de madera y, por ese esfuerzo, la obligan a inclinarse o bajar perpendicularmente, para ponerse en paralelo con las pequeñas columnas que formas esos vapores en su ascenso.
Tales explicaciones no tienen actualmente sustento científico válido.
En 1986, la revista Nature, incluyó el zahorismo en una lista de "efectos que se presuponían paranormales, pero que pueden ser explicados por la ciencia".4 En concreto, el zahorismo puede ser explicado en términos de pistas sensoriales y conocimientos previos del zahorí, efectos de expectativas y probabilidad.4
Los escépticos y algunos creyentes piensan que el instrumento usado por el zahorí no tiene energía propia, sino que amplifica pequeños movimientos inconscientes de las manos, efecto conocido como efecto ideomotor. Esto haría de la varilla un instrumento de expresión de conocimiento o percepción subconsciente del adivino.
Algunos autores afirman que el ser humano podría ser sensible a pequeños gradientes del campo magnético terrestre, aunque no hay evidencia sobre ello.
[editar]Evidencia experimental
En 1948, un estudio evaluó la habilidad de 58 zahoríes para detectar agua. Ninguno de ellos obtuvo resultados mejores que los esperables por azar.5 Una revisión de varios estudios controlados estableció en 1979 que no se encontraron resultados mejores que los obtenidos por azar.6
En un estudio llevado a cabo entre 1987 y 1988 en Múnich por Hans-Dieter Betz y otros científicos, se evaluaron las habilidades de 500 zahoríes. Los 43 mejores fueron seleccionados para pruebas más intensivas. Los zahoríes debían localizar varias tuberías por las que se bombeaba agua. Durante dos años, los zahoríes realizaron 843 pruebas. De los 43 seleccionados, 37 no obtuvieron resultados superiores al azar. Los experimentadores llegaron a la conclusión de que los 6 restantes "...mostraron una alta tasa de éxito, que difícilmente se puede explicar por el azar..."7 .
Sin embargo, cinco años después del experimento de Múnich, Jim T. Enright, profesor de fisiología y conocido escéptico que propugna el correcto análisis de datos, arguyó que los resultados del estudio eran totalmente consistentes con fluctuaciones estadísticas y no significativos. Consideró que los experimentos proporcionaban "la prueba más convincentemente imaginable en contra de que los radiestesistas puedan hacer lo que afirman",8 recalcando que el análisis de los datos fue "especial, no convencional y retocados", realizando "análisis más convencionales"9 . Las conclusiones fueron rebatidas por los autores del experimento10 . Los resultados del experimento de Múnich fueron apoyados por un artículo de S. Ertel,11 un psicólogo alemán que había participado previamente en la controversia sobre el Efecto Marte sobre la influencia de este planeta en los resultados de atletas profesionales, por lo que Enright mantuvo su posición.
James Randi ha realizado varios estudios científicos que demuestran que en los experimentos bajo control, los zahoríes no encuentran agua más allá de lo esperado por el azar.12
El mago escéptico Randi asegura haber observado que muchos zahoríes se convencen a sí mismos de que realmente son capaces de encontrar agua subterránea. Y de hecho los zahoríes a menudo encuentran agua, pero esto se debe a que en algunos terrenos la posibilidad de encontrar agua por puro azar puede ser muy grande (las capas freáticas forman extensas balsas de agua, en vez de ríos, como afirman algunos zahories. Otra causa del auto-engaño es el llamado efecto ideomotor. Cuando un zahorí practica con un péndulo o varilla puede sentir que se mueve cuando pasa cerca de un objetivo (agua, etcétera). Pero esto es producido por movimientos involuntarios del zahorí, ya que cuando el objetivo es escondido y ni el zahorí ni nadie presente conoce su paradero, ya no es posible volver a repetir el fenómeno[cita requerida].
Más recientemente se llevó a cabo un estudio en Kassel (Alemania) bajo la dirección de la Gesellschaft zur Wissenschaftlichen Untersuchung von Parawissenschaften (GWUP) [Sociedad para la Investigación Científica de las Paraciencias]. Las pruebas duraron tres días e involucraron a 30 zahoríes. Varias tuberías de plástico por las que se podía hacer pasar un flujo de agua a voluntad fueron enterradas en un terreno nivelado a 50cm de profundidad. La posición de las tuberías fue marcada en la superficie con bandas de colores. Los zahoríes debían determinar por cuales corría agua y por cuales no. Todos los zahoríes firmaron previamente un documento declarando que consideraban justa la prueba y esperaban un 100% de éxitos. Sin embargo, ninguno obtuvo resultades por encima de los esperables por azar.
Richard Dawkins realizó un experimento controlado y filmado con diversos zahorís sin que ninguno de ellos consiguiera resultados positivos [1].
[editar]Técnica
Los zahoríes, o radiestesistas en general, hacen uso habitualmente de una horquilla de árbol, preferentemente avellano o sauce, o de un péndulo. La horquilla debe sostenerse con las dos manos y en una postura determinada (ver ilustración) mientras el sujeto recorre el terreno a explorar, hasta que su movimiento indique la presencia buscada. No obstante algunos radiestesistas utilizan otro tipo de equipos, o no los requieren. La radiestesia ha sido ampliamente practicada desde tiempos remotos, a falta de conocimiento geológico o de instrumental científico, si bien hoy día sigue teniendo amplio uso en zonas rurales, a pesar de la falta de pruebas científicas sobre su eficacia. La radiestesia es propuesta también por técnicas pseudocientíficas de medicina popular como herramienta para el diagnóstico.
y2a -
[editar]Referencias
- ↑ http://www.escepticospr.com/Archivos/AguayVarillas.htm
- ↑ William Barrett and Theodore Besterman. The Divining Rod: An Experimental and Psychological Investigation. (1926) Kessinger Publishing, 2004: p.7
- ↑ Michel Eugène Chevreul, De La Baguette Divinatoire du pendule dit explorateur at des table tournants au point de vue de l'histoire, de la critique, and de la méthode expérimentale, Paris, 1854. "Le père Gaspard Schott (jés.) considère l'usage de la baguette comme superstitieux ou plutôt diabolique, mais des renseignements qui lui furent donnés plus tard par des hommes qu'il considérait comme religieux et probe, lui firent dire dans une notation à ce passage, qu'il ne voudrait pas assurer que le demon fait toujours tourner la baguette." (Physica Curiosa, 1662, lib. XII, cap. IV, pag. 1527). See facsimile on Google Books
- ↑ a b Marks, David F. (13 de marzo de 1986) «Investigating the paranormal» Nature. Vol. 320. pp. 119–124. Nature Publishing Group. ISSN 0028-0836. DOI 10.1038/320569b0.
- ↑ Ongley, P. (1948) «New Zealand Diviners» New Zealand Journal of Science and Technology. Vol. 30. pp. 38–54. via Hines, Terence (2003). Pseudoscience and the Paranormal, Second edición, Amherst, New York: Prometheus Books, p. 420. ISBN 9781573929790.
- ↑ Vogt, Evon Z.; Ray Hyman (1979). Water Witching U.S.A., 2nd edición, Chicago: Chicago University Press. ISBN 9780226862972. via Hines, Terence (2003). Pseudoscience and the Paranormal, Second edición, Amherst, New York: Prometheus Books, p. 420. ISBN 9781573929790.
- ↑ Wagner, H., H.-D. Betz, and H. L. König, 1990. Schlußbericht 01 KB8602, Bundesministerium für Forschung und Technologie. As quoted by Enright in Skeptical Enquirer
- ↑ Enright, Jim T. (Jan/Feb de 1999). «The Failure of the Munich Experiments». Skeptical Inquirer. Paul Kurtz. Consultado el 14-11-2006. «The researchers themselves concluded that the outcome unquestionably demonstrated successful dowsing abilities, but a thoughtful re-examination of the data indicates that such an interpretation can only be regarded as the result of wishful thinking.»
- ↑ Enright, J. T. 1995. Water dowsing: The Scheunen experiments. Naturwissenschaften 82: 360-369.
- ↑ Betz, H.-D., H. L. König, R. Kulzer, R. Trischler, and J. Wagner. 1996. Dowsing reviewed — the effect persists. Naturwissenschaften 83: 272-275.
- ↑ Ertel, S. (May, 1996) «The dowsing data defy Enright's unfavorable verdict» Naturwissenschaften. Vol. 83. n.º 5. pp. 232–235. Springer Berlin / Heidelberg. ISSN 1432-1904. DOI 10.1007/BF01143332.
- ↑ (RANDI, J. (1994) "Fraudes Paranormales" Ed. Tikal)
- SÁEZ, J.(2009)"Arte Zahorí: Geobiología Consciente". Mandala Ediciones