James Lovelock vuelve a hacer de las suyas. Este científico británico que hace muchos años bautizó al planeta Tierra como Gaia y dijo que era un orgamismo vivo, ahora arremete contra la energía eólica.
En una entrevista publicada estos días en The Guardian, Lovelock afirma:
“Si los aerogeneradores (los molinillos de viento) funcionaran yo no tendría ninguna objeción. Al diablo con la estética. Pero es que no funcionan, como se ha demostrado en Alemania“.
Lovelock insiste en declarar su pasión por la energía nuclear, algo que sorprendió a los ecologistas del mundo entero, cuando confesó hace muchos años que era la fuente de vida salvadora de Gaia.
“Estoy a favor de la energía nuclear para zonas sobredimensionadas como Gran Bretaña sencillamente porque es barata, eficiente e impresionantemente segura, como lo demuestran los hechos (records).”
Pero Lovelock no se queda aquí. Cree que los seres humanos seguimos siendo muy estúpidos y estamos contaminando el planeta. Se queja de que no haya una poderosa fuerza para sacar adelante un proyecto común. La prueba es el fracaso de la pasada Cumbre del Clima en Dinamarca. Por eso, al final, critica a los gobierno democráticos, por no tomar al toro por los cuernos y por ser débiles.
Afirma que en tiempos de guerra se toman decisiones radicales saltándose las normas democráticas, y que la lucha contra el cambio climático es una guerra parecida que requiere decisiones “autoritarias”. “Necesitamos un mundo más autoritario”, afirma sin titubeos. Es más, según Lovelock, si no tomamos decisiones inmediatas, los cambios en el clima pueden conducir a una verdadera guerra.
En una entrevista publicada estos días en The Guardian, Lovelock afirma:
“Si los aerogeneradores (los molinillos de viento) funcionaran yo no tendría ninguna objeción. Al diablo con la estética. Pero es que no funcionan, como se ha demostrado en Alemania“.
Lovelock insiste en declarar su pasión por la energía nuclear, algo que sorprendió a los ecologistas del mundo entero, cuando confesó hace muchos años que era la fuente de vida salvadora de Gaia.
“Estoy a favor de la energía nuclear para zonas sobredimensionadas como Gran Bretaña sencillamente porque es barata, eficiente e impresionantemente segura, como lo demuestran los hechos (records).”
Pero Lovelock no se queda aquí. Cree que los seres humanos seguimos siendo muy estúpidos y estamos contaminando el planeta. Se queja de que no haya una poderosa fuerza para sacar adelante un proyecto común. La prueba es el fracaso de la pasada Cumbre del Clima en Dinamarca. Por eso, al final, critica a los gobierno democráticos, por no tomar al toro por los cuernos y por ser débiles.
Afirma que en tiempos de guerra se toman decisiones radicales saltándose las normas democráticas, y que la lucha contra el cambio climático es una guerra parecida que requiere decisiones “autoritarias”. “Necesitamos un mundo más autoritario”, afirma sin titubeos. Es más, según Lovelock, si no tomamos decisiones inmediatas, los cambios en el clima pueden conducir a una verdadera guerra.