¿Somos zurdos o derechos? La lateralidad oculta.
>> 14 DE AGOSTO DE 2009
A primera vista la pregunta puede parecer una perogrullada, sin embargo, no es así.
Cuando le preguntamos a alguien sobre su lateralidad normalmente nos responderá que es zurdo o derecho, guiándose por su mano dominante. No obstante, la lateralidad es un concepto que va mucho más allá de la mano que se utiliza preferentemente.
La lateralidad implica la utilización preferente de una parte del cuerpo, incluidos la mano, el pie, los oídos e incluso los ojos. Utilizar siempre la mano derecha no implica que nuestra lateralidad sea igualmente derecha sino que podemos tener una lateralidad cruzada; es decir, no existe una dominancia homogénea de una parte del cuerpo sobre la otra; podemos escribir con la mano derecha pero utilizamos preferentemente la pierna izquierda o escuchamos mejor con el oído izquierdo.
Antiguamente una de las razones que conducían a desarrollar una lateralidad cruzada era la creencia de que los zurdos eran personas cercanas a elementos demoniacos. Posteriormente, al descartarse esta absurda idea, se dio paso a otra hipótesis, no menos acientífica: los zurdos viven menos que los derechos, tienen alteraciones inmunológicas y padecen de alergias así como poseen una mayor predisposición a los accidentes de tráfico. Podríamos entonces imaginar que a los pequeños se le aplicaban los métodos más bizarros, e incluso crueles, para intentar eliminar su zurdería.
Un estudio muy interesante desarrollado por Saudino y Mcmanus (1998) nos muestra que la zurdería se distribuye de la siguiente manera:
En los hombres la zurdería se halla en un 10.03% de predominancia manual mientras que se encuentra un 40.89% en la predominancia auditiva.
En las mujeres se encuentra una predominancia manual del 7.96% mientras que la predominancia auditiva es del 29.67%.
¿Resultados? La población adulta normal presenta normalmente una lateralidad cruzada, mientras que el dato que conocemos y con el cual se fabrican todos los productos es que: el 87% de las personas son diestras.
Sin duda alguna, la cultura y sus productos dificultan la vida de los zurdos pero… ser zurdo tiene sus ventajas. Por ejemplo, al escuchar un chiste en los derechos se activa la región centroparietal derecha; una zona que en los zurdos experimenta una activación más difusa y global. Esto nos indicaría que, aún tras una lesión cerebral, los zurdos podrían comprender y reír de los chistes con más facilidad que los derechos.
Cuando le preguntamos a alguien sobre su lateralidad normalmente nos responderá que es zurdo o derecho, guiándose por su mano dominante. No obstante, la lateralidad es un concepto que va mucho más allá de la mano que se utiliza preferentemente.
La lateralidad implica la utilización preferente de una parte del cuerpo, incluidos la mano, el pie, los oídos e incluso los ojos. Utilizar siempre la mano derecha no implica que nuestra lateralidad sea igualmente derecha sino que podemos tener una lateralidad cruzada; es decir, no existe una dominancia homogénea de una parte del cuerpo sobre la otra; podemos escribir con la mano derecha pero utilizamos preferentemente la pierna izquierda o escuchamos mejor con el oído izquierdo.
Antiguamente una de las razones que conducían a desarrollar una lateralidad cruzada era la creencia de que los zurdos eran personas cercanas a elementos demoniacos. Posteriormente, al descartarse esta absurda idea, se dio paso a otra hipótesis, no menos acientífica: los zurdos viven menos que los derechos, tienen alteraciones inmunológicas y padecen de alergias así como poseen una mayor predisposición a los accidentes de tráfico. Podríamos entonces imaginar que a los pequeños se le aplicaban los métodos más bizarros, e incluso crueles, para intentar eliminar su zurdería.
Un estudio muy interesante desarrollado por Saudino y Mcmanus (1998) nos muestra que la zurdería se distribuye de la siguiente manera:
En los hombres la zurdería se halla en un 10.03% de predominancia manual mientras que se encuentra un 40.89% en la predominancia auditiva.
En las mujeres se encuentra una predominancia manual del 7.96% mientras que la predominancia auditiva es del 29.67%.
¿Resultados? La población adulta normal presenta normalmente una lateralidad cruzada, mientras que el dato que conocemos y con el cual se fabrican todos los productos es que: el 87% de las personas son diestras.
Sin duda alguna, la cultura y sus productos dificultan la vida de los zurdos pero… ser zurdo tiene sus ventajas. Por ejemplo, al escuchar un chiste en los derechos se activa la región centroparietal derecha; una zona que en los zurdos experimenta una activación más difusa y global. Esto nos indicaría que, aún tras una lesión cerebral, los zurdos podrían comprender y reír de los chistes con más facilidad que los derechos.
A su vez, existen otras teorías que aseveran que las personas zurdas son más creativas. ¿Será cierto? Acá recopilo algunos personajes famosos que pueden brindarnos una idea. Entre los escritores hallamos a: Franz Kafka, Mark Twain y Lewis Carroll; entre los científicos nos topamos con: Albert Einstein y Marie Curie; entre los pintores se encuentran: Michel Angelo y Leonardo Da Vinci; de los conquistadores y líderes: Napoleón Bonaparte, Julio César y Fidel Castro; mientras que de los músicos encontramos a: Ludwig van Beethoven y Johann Sebastian Bach. No resulta poco.