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El avance en el tema provino de un hecho que sólo unas pocas mentes privilegiadas fueron capaces de conectar con el problema que nos ocupa: la temperatura de la Tierra aumenta con la profundidad; el calor observado en las minas o la existencia de fuentes termales y erupciones volcánicas nos hablan de una zona interior más caliente. Aunque esto no parece tener relación con la edad de la Tierra, antes del descubrimiento de la radiactividad se creía que ese calor era sólo la energía residual de la etapa primitiva.
Lord Kelvin (1824-1907) supuso que la Tierra se había formado por acreción y que el calor de los impactos fue suficiente para llevarla hasta un estado de fusión; a partir de ahí planteó la evolución terrestre como un simple enfriamiento. Kelvin intentó evaluar la edad del planeta calculando el tiempo que tardaría en enfriarse desde su punto de fusión hasta la situación actual. El resultado fue de tan sólo unos 20 millones de años, pero a los biólogos y geólogos de la época les parecía imposible que la evolución se hubiese producido en un tiempo tan corto y, ante su insistencia, Kelvin recalculó la edad del planeta: sólo consiguió elevarla hasta unos 200 millones de años. Le faltaba un dato esencial: el calor radiactivo que se había generado desde los orígenes, debido a la desintegración de los isótopos inestables.
Lord Kelvin (1824-1907) supuso que la Tierra se había formado por acreción y que el calor de los impactos fue suficiente para llevarla hasta un estado de fusión; a partir de ahí planteó la evolución terrestre como un simple enfriamiento. Kelvin intentó evaluar la edad del planeta calculando el tiempo que tardaría en enfriarse desde su punto de fusión hasta la situación actual. El resultado fue de tan sólo unos 20 millones de años, pero a los biólogos y geólogos de la época les parecía imposible que la evolución se hubiese producido en un tiempo tan corto y, ante su insistencia, Kelvin recalculó la edad del planeta: sólo consiguió elevarla hasta unos 200 millones de años. Le faltaba un dato esencial: el calor radiactivo que se había generado desde los orígenes, debido a la desintegración de los isótopos inestables.
Después del descubrimiento de la radiactividad por Beckerel, en 1896, y de los estudios sobre su transformación en calor, hubo que replantear el método de cálculo. La edad de la Tierra ya no podía obtenerse mediante la «tasa de enfriamiento», puesto que el calor se generaba continuamente.
Pero además surgía un problema adicional: se desconocía el porcentaje de isótopos radiactivos a escala global y, por tanto, el calor que habían generado.
Pero además surgía un problema adicional: se desconocía el porcentaje de isótopos radiactivos a escala global y, por tanto, el calor que habían generado.
Tuvieron que pasar muchos años hasta que se idearon los métodos de datación radiométrica, aunque a partir de ellos el problema tampoco era sencillo. Las rocas superficiales daban edades discordantes: unas demasiado jóvenes y otras muy antiguas. La conclusión parecía clara: en los orígenes, el planeta era tan activo que las rocas se formaban y destruían rápidamente, lo cual impidió que los primeros agregados se conservasen hasta la actualidad. Parecía un camino sin salida. ¿Habría que analizar la corteza terrestre palmo a palmo para encontrar la roca más antigua? Finalmente, Clair Patterson obtuvo, en 1956, la primera solución aceptable para los conocimientos modernos. Patterson utilizó los métodos de datación radiométrica; en concreto, comenzó por determinar la relación de isótopos de plomo y uranio en los meteoritos del cráter del Cañón del Diablo (Arizona). Cuando usó el mismo procedimiento en muestras terrestres, de sedimentos marinos y minerales de plomo, encontró similitudes que llevaban a la conclusión de que la Tierra y los meteoritos poseían una edad similar, unos 4.550 millones de años (con una posible desviación de 70 millones de años).
Hoy se acepta que la Tierra (y el sistema solar) tiene unos 4.600 millones de años, y lo más probable es que esta cifra no vaya a modificarse sustancialmente.
Hoy se acepta que la Tierra (y el sistema solar) tiene unos 4.600 millones de años, y lo más probable es que esta cifra no vaya a modificarse sustancialmente.
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La edad de la Tierra
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En mi blog no puedes dejar comentarios , pero si en el del autor.
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HA ENTRADO EN el BLOG/ARCHIVO de VRedondoF. Soy un EMPRESARIO JUBILADO que me limito al ARCHIVO de lo que me voy encontrando "EN LA NUBE" y me parece interesante. Lo intento hacer de una forma ordenada/organizada mediante los blogs gratuitos de Blogger. Utilizo el sistema COPIAR/PEGAR, luego lo archivo. ( Solo lo INTERESANTE según mi criterio). Tengo una serie de familiares/ amigos/ conocidos (yo le llamo "LA PEÑA") que me animan a que se los archive para leerlo ellos después. Los artículos que COPIO Y PEGO EN MI ARCHIVO o RECOPILACIÓN (cada uno que le llame como quiera) , contienen opiniones con las que yo puedo o no, estar de acuerdo.
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Cuando incorporo MI OPINION, la identifico CLARAMENTE,
con la unica pretension de DIFERENCIARLA del articulo original.
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