Uno de los argumentos más potentes de las teorías creacionistas, que intentan rebatir la Teoría Sintética de la Evolución, es la falacia de la complejidad irreducible. El concepto fue acuñado por el bioquímico Michael Behe, y es un argumento de fuerza, pues sostiene que hay en la naturaleza sistemas irreducibles en los cuales existen “una serie de bien planeadas interacciones, que permiten el funcionamiento básico, así que al ser eliminadas ciertas partes del sistema, éste cesa efectivamente de funcionar”. El mismo Darwin parecía “invitar” al uso de este argumento, al escribir en El origen de las especies la siguiente y breve frase: “Si se demostrase que un órgano complejo existe sin haber pasado por numerosas, sucesivas y ligeras modificaciones, mi teoría quedaría totalmente demolida”. Sus detractores vieron en esto un clavo ardiendo al que aferrarse, y llevan en ello unos 150 años. La frase continuaba: “Pero no puedo encontrar ningún caso semejante”. Por lo visto los creacionistas han encontrado muchos: flagelos, ojo y oído humanos, y muchos más.
Parece increíble que aún se le estén dando vueltas a lo mismo que Darwin ya solucionó en 1859. Parece increíble que en las conferencias de “Lo que Darwin no sabía” que se están dando actualmente (año 2008) se vuelva a apelar una y otra vez a la complejidad irreducible de cosas como el ojo humano. Y parece increíble, sobre todo, porque no son posibles puntos críticos a la teoría que se hayan encontrado 50 ó 100 años después de Darwin, sino que son puntos aclarados por el mismo Darwin desde el principio.
Vayamos a El origen de las especies, 1859. Sección VII: Objeciones a la teoría de la selección natural. Apartado 4º: Órganos de perfección y complicación extremas. Comienza así: “Parece totalmente absurdo, lo confieso espontáneamente, suponer que el ojo con todas sus inimitables disposiciones [...] pudo haberse formado por selección natural”. Los creacionistas no leen más allá, pero deberían: las siguientes tres páginas se dedican a argumentar por qué esa supuesta “complejidad irreducible” es solo una impresión.
Darwin desmonta por completo y por anticipado todas las pretensiones de los falaces amantes de la complejidad irreducible. Nervios sensibles a la luz, células pigmentarias que se agrupan, cubiertas cristalinas de protección (evolucionan al enfoque), etcétera. Pasos sutiles y progresivos que sí llevan a sistemas extremadamente complejos y perfeccionados.
¿Para qué debates de televisión? ¿para qué páginas web anti-creacionistas? ¿para qué blogs intentando desmontar falacias? ¿para qué tantas y tantas letras inútiles? El 99% de los argumentos del Diseño Inteligente fueron minuciosa y pacientemente revisados y desmontados por Darwin durante los 22 años previos a la publicación de El origen de las especies. Bastaría con que alguien le echase un vistazo de vez en cuando.
Más información | Lo que los creacionistas no sabían
Más información | Complejidad irreducible (Wikipedia)
Más información | El diseño en la naturaleza