De Alberto Vazquez Figueroa http://www.vazquezfigueroa.es
SISTEMA INTEGRADO DE ENERGIA
1 Noviembre 2009
Desde que hace ciento veintisiete años se iluminara por primera vez una ciudad, el mundo ha progresado en casi todos los campos de la tecnología menos en el de la energía eléctrica.
Si Edison resucitara apenas notaria cambios; en determinados casos la energía nuclear constituye una nueva fuente de alimentación, pero incluso la mayor parte de las bombillas que se utilizan son fruto de su ingenio.
Semejante incapacidad de progreso en más de un siglo obliga a buscar nuevos caminos más acordes en unos tiempos de crisis energética y económica.
Debido a ello el llamado Sistema Integral VF se basa en las patentes 950075 /07-04-95 y 9502446/ 12-12-95 y su principal objetivo se centra en equilibrar la curva de consumo energético disminuyendo sus costes, al tiempo que se desala agua de mar.
Para conseguirlo la única condición imprescindible se limita a disponer de una montaña cercana al mar, algo muy común en nuestra geografía.
El primer paso consiste en elevar agua de mar a una serie de balsas intercomunicadas entre si, que ejercen las funciones de regulación, reserva o pre-tratamiento. (ver diseño)
Simultáneamente el agua se deja caer con objeto de que accione las turbinas (preferentemente pelton) que generen la energía eléctrica que se envía a la red.
En apariencia significa un trabajo inútil, pero no es así; de ese modo la curva de consumo diario no se equilibra como hasta ahora por el costoso sistema de aumentar o disminuir grupos de producción, sino a base de regular el caudal hidráulico abriendo o cerrando una “llave de paso” según las necesidades de cada instante.
Ello evita a “La Red” la obligación de programar a diario las expectativas de demanda, así como la necesidad de mantener una de “Reserva contra Imprevistos”. La energía hidráulica es la única que siempre esta disponible de forma inmediata.
Los fines de semana, cuando el consumo energético disminuye de forma notable, se reabastecen las balsas de reserva disponiéndolas para cinco días de consumo normal y como su capacidad está calculada para que sobrepase cualquier posible demanda diaria, las motores funcionan siempre en un régimen continuo lo que aumenta su eficacia.
Los gases de escape que producen por perdida de rendimiento (que en los casos de motores alimentados con gasoil puede alcanzar temperaturas increíblemente altas) calientan una corriente de aire que asciende por una chimenea interior generando una gran cantidad de energía a causa del llamado “Efecto Convección”.
Si la chimenea es lo suficientemente alta se consigue que las pérdidas de un motor se conviertan en ganancias, obteniendo un rendimiento que en ocasiones supera el ciento veinte por cien, algo impensable en cualquier otra circunstancia.
Cuando la balsa “de pre tratamiento” se encuentran a más de quinientos metros de altura se puede desalar agua por el sistema de “Osmosis Inversa por Presión Natural”, ya que cada diez metros de columna de agua equivale a una atmósfera de presión.
La mitad se convierte en potable mientras la otra mitad se trasforma en salmuera que al mezclarse con la gran masa de agua proveniente de las turbinas pierde su salinidad por lo que regresa al mar sin afectar ni a la flora ni a la fauna.
En determinados casos se pueden utilizar molinos de viento que contribuyan de forma directa a subir agua a las balsas transformando la inestable energía eólica en energía hidráulica controlada.
Diversificar los puntos de producción constituye un notable ahorro ya que disminuye de forma drástica las pérdidas de energía (en ocasiones hasta del cuarenta por ciento) motivadas por la necesidad de enviarla a grandes distancias desde los centros de producción.
Esa descentralización impide que pueda producirse un colapso general de la red tal como se ha producido en algunas ocasiones.
Resulta absurdo que en pleno siglo veintiuno las redes eléctricas tengan que recurrir a un ejército de especialistas y casi “adivinos” con el fin de predecir cual será la demanda energética de los próximos días a base de saber si va a hacer o no calor, la intensidad lumínica o si se retransmitirá un determinado partido de fútbol, cuando les bastaría con contar con una reserva de agua en altura lo suficiente amplia como para atender de forma instantánea a cualquier imprevisto.
En definitiva, el espíritu del Sistema Integral VF se inscribe en el marco de un óptimo aprovechamiento de los recursos que tanto la tecnología como la naturaleza ponen a nuestro alcance.
Casa segundo un niño muere por culpa de la carencia de agua.
Ultima pagina del Informe de la Universidad de Madrid sobre como el Sistema Integrado VF equilibra la curva eléctrica en Canarias.